Inflación acumulada en Bolivia alcanza el 5,95%, representa el 79% de la proyección del Gobierno
El aumento mensual fue del 0,90%, impulsado por el alza en alimentos como el pollo, el plátano y la papa

La inflación acumulada en Bolivia llegó al 5,95% entre enero y abril de 2025, según el más reciente boletín del Instituto Nacional de Estadística (INE). Solo en abril, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación positiva de 0,90% respecto a marzo, reflejando una presión inflacionaria significativa en el cuarto mes del año.
Con este resultado, el país ya ha alcanzado el 79,3% de la meta oficial de inflación proyectada por el Gobierno para todo el 2025, que es del 7,5%. Esta situación enciende alertas sobre un posible desborde inflacionario, si persisten los factores que empujan los precios al alza.
Los productos que más incidieron en el alza de precios fueron: la carne de pollo (4,55%), el plátano (6,33%), la papa (3,64%), la arveja verde (5,76%) y la cebolla (3,30%).
Las ciudades que experimentaron mayores incrementos en sus niveles de precios fueron: Tarija (1,93%), Sucre (1,14%) y Trinidad (1,10%). Por otro lado, Cobija fue la única capital que presentó una variación negativa de -0,53%.
La variación a 12 meses también mostró una aceleración, alcanzando el 2,29%, lo que sugiere una tendencia al alza en el comportamiento de los precios, particularmente en el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas.
Este repunte inflacionario se produce en un contexto económico preocupante para Bolivia. En 2024, el país cerró con una inflación acumulada del 9,97%, la más alta desde 2008, superando ampliamente la meta gubernamental del 3,60%.
Factores como la escasez de combustible, atribuida a la falta de fondos para importar carburantes, han generado protestas y afectado la logística de transporte, incidiendo en los costos de los productos básicos.
Además, las intensas lluvias y las inundaciones, que afectaron a aproximadamente 370.000 familias hasta marzo de 2025, han impactado negativamente en la producción y distribución de alimentos, contribuyendo al aumento de precios en productos agrícolas.
Ante este panorama, economistas advierten sobre la necesidad de políticas públicas eficaces para controlar la inflación y mitigar los efectos de factores externos e internos que presionan al alza los precios, especialmente en sectores vulnerables de la población.
Proyección internacional
En un reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) presenta un panorama poco alentador para Bolivia. Según las proyecciones del organismo, la inflación alcanzará el 15,8% en 2025, mientras que el crecimiento económico será limitado, con un aumento del PIB de apenas 1,1% este año y 0,9% en 2026.
El informe del FMI advierte que muchos países de ingreso medio, como Bolivia, tienen un espacio fiscal limitado tras los esfuerzos por mitigar los efectos de la pandemia y los altos precios de energía y alimentos. Bolivia, que mantuvo subsidios amplios, enfrenta el desafío de sostener el gasto social sin deteriorar su estabilidad macroeconómica.